15 de noviembre de 2010

¡Quiero salir el primero en Google!

Unos contenidos diferenciados y de interés, y una configuración sencilla y bien estructurada conforman la única receta para aparecer en la primera página de resultados del portal estrella. El camino es lento: puede llevar hasta un año de trabajo.

Google ha revolucionado el modo en que las personas acceden a la información. Aparecer entre los primeros resultados de una de sus búsquedas es, para muchas empresas, la clave para darse a conocer, afianzar su imagen, mejorar las ventas y aumentar sus tarifas publicitarias. Pero, ¿cómo conseguirlo?

Hace años, las búsquedas se realizaban a partir de palabras clave. El programador de cada página podía manipular con relativa facilidad estas palabras para conseguir un aumento de las visitas. Pero el resultado era que muchas búsquedas por Internet se convertían en experiencias frustrantes para los usuarios.

PageRank es el nombre que recibe la calificación que asigna Google a cada web. Oscila entre el 0 y el 10, siendo 8 ya un valor muy difícil de alcanzar. No se puede comprar un PageRank más elevado.

Variables más relevantes

El sistema PageRank es el resultado de un complejo algoritmo de más de un centenar de variables, que parten de una sencilla base: si otros te recomiendan, significa que posees valor.
Esta recomendación se puede realizar a través de enlaces, conectores a Facebook, Twitter o YouTube, o incluyendo banners de publicidad.
Respecto a los enlaces (o links), cuanto más populares sean las empresas que le recomiendan, mejor. Y viceversa: es importante que la página de su compañía contenga enlaces hacia otras webs, y la calidad de éstas es muy relevante.
Del mismo modo, Google valora muy positivamente la conexión de una web a comunidades como Facebook y Twitter: esto denota una intención de mejorar la comunicación entre la empresa y el usuario-consumidor. En definitiva, para un buen posicionamiento en Google, cada vez es más importante mirar más allá de la página web que se quiere promocionar.

“Ya no sólo se trata de que una página web sea fácil de encontrar, sino de que tenga un contenido que guste a los internautas, para que éstos lo comenten con sus amigos. Hoy, el 50% de las visitas de una campaña digital procede de la viralidad”, asegura Fernando Lázaro, director de área creativa de la agencia Btob. “La viralidad, a efectos prácticos, significa conseguir un impacto mayor sin incrementar el gasto”, añade.

El primer buscador premia también a aquellas páginas web que contienen asuntos de interés público. Por ejemplo, si Google comprueba que muchas personas escriben Shakira en la casilla de búsquedas, favorecerá a los portales que contengan referencias a la cantante colombiana.
En definitiva, el punto de partida para caerle bien a Google es contar con unos contenidos interesantes y dinámicos, con enlaces hacia otros sitios online de interés y conectores con las principales redes sociales, y conseguir que otras web reconozcan estos esfuerzos.

La parte técnica

También es indispensable configurar bien la página desde el punto de vista técnico. Google no es capaz de indexar configuraciones muy complejas.
Lo ideal es contar con una estructura sencilla –no por ello simple–, en la que todos los contenidos tengan un orden lógico y las páginas que compongan el sitio web estén claramente definidas y conectadas entre sí.
Los buscadores consideran positivamente, así, el número de páginas de las que dispone un sitio web y, en el caso de Google, la cantidad de contenidos de cada una de las páginas. Por lo tanto, es recomendable trabajar periódicamente en la creación de nuevas páginas que generen contenidos para ir escalando posiciones.

Todo ello, sin olvidar ciertas pautas al rellenar los formularios de configuración de las web. Se trata de identificarlas con palabras clave que tengan relación con el contenido de la página, pero sin abusar. Por ejemplo, no se deben introducir repetidamente en todos los distintos elementos de configuración (como el Title, la URL, los H1 y H2, etcétera). Si lo hace, Google podría penalizarle.
Castigo al tramposo

Si Google descubre, igualmente, que se ha creado una web falsa sólo para intercambiar enlaces, le penalizará.
El castigo oscilará desde una reducción de la calificación PageRank hasta la completa exclusión de sus búsquedas. Y, posiblemente, se lleve a cabo sin previo aviso.
Una vez omitido, volver a ser tenido en cuenta por Google no es tarea fácil.
¿Qué hacer en estos casos? El propietario de la página web puede consultar las directrices para webmasters que ofrece Google, donde podrá obtener los pasos a seguir. Básicamente, en ellas, se indica que Google debe asegurarse de que la acción ilícita ha cesado.

Una vez que hayan realizado los cambios, es necesario enviar una solicitud para que Google revise el sitio web de nuevo. Después, sólo queda esperar.
En ocasiones, lo más aconsejable (sobre todo, si la empresa pertenece a un sector muy competitivo) es recurrir a la ayuda de un especialista.
Aquí entran en juego las empresas de posicionamiento en buscadores (llamadas SEO), y algunas consultorías y agencias de márketing online.

En España, existen firmas SEO que emplean técnicas dudosas para hacerse un hueco entre los primeros resultados de Google. El problema reside en que, si el buscador lo descubre, castigará al dueño de la web, que es, en última instancia, el responsable de las acciones de las empresas que contrata.

Ante todo, se debe ser paciente. “Es imposible conseguir un buen posicionamiento y una buena reputación online de la noche a la mañana. Hay que empezar por el principio, por disponer una buena web”, comenta Pablo Rueda, director de Belou España. El proceso de llegar a los primeros puestos de un buscador puede durar entre tres meses y un año.
AdWords, la vía rápida.

Para los menos pacientes, existen los llamados enlaces patrocinados, gestionados a través del programa AdWords. Se trata de pagar para que el enlace a su página web aparezca asociado a las búsquedas relacionadas con su negocio. Estos enlaces aparecen en una columna a la derecha o en la parte superior de la página de resultados, esto es, en ningún caso junto a los resultados naturales.

AdWords establece un sistema de puja por las palabras clave o key words. Las palabras más demandadas, como por ejemplo, hipoteca u hotel, tienen una mayor demanda y, por lo tanto, serán más caras. Para las pymes, Google recomienda que pujen por palabras que denoten una especialización –menos solicitadas–, como por ejemplo, escapadas, agrorural o enoturismo.

El coste depende, así, de dos factores: de cuánto esté una empresa dispuesta a pagar por una palabra, y de cuántos usuarios hagan clic sobre su enlace. Es decir, el sistema AdWords identifica los anuncios asociados a cada búsqueda y el cliente –la empresa– paga proporcionalmente al éxito del anuncio.
No todo se paga con dinero. “Si la calidad del anuncio no es buena, o si las palabras escogidas no tienen que ver con el contenido de su web, es difícil que el anuncio llegue a salir”, advierte Javier Arias, ingeniero de ventas de Google.

Cuatro consejos para llegar a lo más alto

1. Lo primero es crear una página web con unos contenidos de calidad y bien estructurados. Google valora los sitios web que disponen de varias páginas y que actualizan el contenido de un modo más o menos periódico.

2. Los motores de búsqueda no sólo distinguen los contenidos de la web ‘visible’. Una página cuenta también con capas invisibles, en las que se introducen las características del sitio online y las palabras clave que lo identificarán.

3. A su vez, si los contenidos de la página son interesantes, otros recomendarán tu enlace. Google entiende que el número de enlaces y la conversaciones en redes sociales son significativos de la calidad y la relevancia de una página web.

4. Otros factores que determinarán la relevancia de tu web ante buscadores como Google, Yahoo! o Bing son la antigüedad del dominio, el interés de los internautas por ciertos temas o el número de páginas similares existentes en la Red.

Y cuatro de las trampas más comunes

1. Una de las trampas más recurrentes consiste en llenar las capas invisibles de una web (la interfaz, visible para el internauta, es sólo una de las capas de una página web) con palabras clave o enlaces ocultos, que el buscador sí detectará.

2. Otra forma es crear un contenido doble, es decir, uno para el usuario y otro para el buscador. Esto se consigue insertando una gran cantidad de palabras clave, aunque sean irrelevantes, en los formularios (invisibles) del sitio web.

3. También se ha recurrido a máquinas que entran en una web varias veces por segundo, con el fin de aumentar el número de visitas de la página, uno de los factores que Google más valora.

4. Para engañar a Google y otros buscadores, como Yahoo! y Bing, otros optan por crear una nueva página web falsa y llenarla de enlaces hacia la que se quiere promocionar en el motor de búsqueda.

Fuente: http://www.expansion.com

Google ofrece a los anunciantes convertir los resultados de las búsquedas en catálogos online

A partir de ahora Google incluirá imágenes de los productos junto a sus precios y otras informaciones sobre los mismos en las páginas de resultados de búsquedas. Según una información de Adage, Google ha probado este nuevo formato publicitario, llamado Google Product Ad, con 800 anunciantes durante el año pasado, pero ha sido la pasada semana cuando ha salido de la fase beta.


Además ha hecho públicos algunos de los resultados de este primer periodo: por ejemplo, la marca de productos de material para acampada Campmor aumentó su tasa de “click-through” un 260% y las visitas a su web crecieron un 260%.

A diferencia del pago por clic de las búsquedas, donde los anunciantes sólo pagan cuando los internautas hacen clic en sus enlaces patrocinados, en Product Ads, solo pagarán si se produce una venta y compartirán los beneficios con Google.

Todavía no se sabe cuándo llegará a España este formato publicitario.

9 de noviembre de 2010

España es ya el mercado de comercio electrónico con mayor crecimiento en Europa




Según se desprende de un reciente estudio realizado por Akamai Technologies para IDC, los consumidores utiliza cada vez más el comercio móvil y niveles crecientes del gasto en línea para comprar bienes de consumo en Europa Occidental

Este estudio incluye entrevistas con 1.500 consumidores en seis países europeos (Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, España y Suecia). El estudio1 revela una serie de tendencias y resultados que serán interesantes tanto para los comerciantes (Retailers) como para los proveedores de comercio electrónico. Entre los resultados está el hecho de que la mayoría de los consumidores esperan que un sitio Web cargue en menos de cuatro segundos, sino (alrededor del 70%) irán a otro sitio Web que probablemente sea competidor.

Otros resultados clave y consluciones del estudio indican que:

El 30% de los encuestados indicó un incremento del gasto en línea durante 2010, siendo España el mercado de comercio electrónico de mayor crecimiento en Europa, donde el 44% de los consumidores mostró una inclinación a gastar más en línea.

El 62% de los encuestados compró ropa y calzado en línea siendo la mayor categoría de gasto de este estudio (seguido de artículos de compra en línea más “tradicionales” como los libros y las revistas -59%- y los viajes con un 47% del gasto).

El grupo que más gasta en línea en Europa (un gasto en torno a 1.500 Euros al año) tiene una edad comprendida entre 35 y 54 años.

Cerca del 30% de los encuestados utiliza, o piensa utilizar, dispositivos móviles para realizar algún tipo de comercio electrónico. Dentro de este grupo hay un 10% de los encuestados que ya utiliza su teléfono móvil o smartphone para la búsqueda de comercios, comparación de precios o compra en línea. Además un 20% de los encuestados piensa hacerlo en el futuro, por lo tanto una tercera parte de los encuestados utilizará el canal móvil a corto plazo para realizar comercio electrónico.

De media, los compradores multicanal gastan entre un 15% y un 30% más que alguien que utiliza un solo canal.

Comentando el estudio, Martin Haering, Vicepresidente de Marketing Internacional de Akamai dijo: “Estos resultados muestran que los consumidores europeos están extendiendo los límites del comercio electrónico, demandando mayores prestaciones para su experiencia de compra en línea. Con un creciente número de compradores en línea mediante dispositivos móviles, es importante para los comerciantes tener estrategias de comercio electrónico móvil correctas y la necesidad de seguridad, rendimiento, escalabilidad y disponibilidad del sitio Web nunca han sido más importantes para reforzar el éxito en el mercado en línea.”

Ivano Ortis, Director de Investigación de IDC Retail Insights, quien llevó a cabo el estudio, dijo: “Las ventas mediante comercio electrónico siguen creciendo – a pesar de la recesión, las ventas en línea han crecido más del 20% en 2009 – y el mercado se está diversificando rápidamente. Las categorías de bienes que antes se consideraban reservadas a las compras en tiendas están haciendo importantes incursiones en línea – por ejemplo la ropa y el calzado. El tamaño del carrito de la compra está creciendo, al igual que el nivel de servicios y soporte que los clientes están esperando de los sitios Web de comercio electrónico.

3 de noviembre de 2010

Adwords no funciona. Qué hay de cierto y falso en ésta y otras excusas sobre Google AdWords.

300.000 € gastados en clics.
Para ser exactos, 309.876 euros. Esto es lo que llevamos gastados, perdón, llevan gastados nuestros clientes en Google AdWords.
Si 50 millones de las antiguas pesetas no te parece gran cosa, te doy la razón. Pues no es más que una gota en la piscina de monedas del tío Gilito: 6.670.000.000 $ facturó Google sólo en 2009. Y subiendo.
La inversión en enlaces patrocinados (en España equivale a hablar de AdWords) ya es más del 55% del pastel publicitario online (el otro 45% son los formatos gráficos, banners y demás), según datos de IAB para España. Parece que la balanza va a seguir inclinándose más hacia AdWords y menos hacia todo lo demás.
Después de ver estos datos, es difícil decir que “AdWords no funciona”. Y sin embargo, es cierto. En muchos casos no funciona. Pero veamos por qué, analizando ésta y otras excusas que se dicen para no tomarse a Google AdWords en serio.


1. “AdWords no Funciona”
Una vez leí que un analista de bolsa, de los de mucho glamour, fama y fortuna, reconocía que sus predicciones no siempre funcionaban. Sorprendía, porque parecía el rey Midas, acciones que tocaba, acciones que se convertían en oro.
Admitía no ser infalible y se contentaba con que 2 de cada 3 predicciones fuesen acertadas.
Con AdWords pasa lo mismo. No es para todo el mundo. Si quieres vender Chupa-Chups online posiblemente lo tengas difícil. El último mes hubo 210 búsquedas en Google con el término “comprar chupa chups”. No llega ni a 10 al día. Sale más a cuenta poner una tienda a la salida de un colegio.
Los productos de impulso y precio bajo (chupa-chups, paraguas para la lluvia, helados…) no suelen tener un gran éxito en AdWords.
Pero si tu producto resuelve un problema, llena una necesidad o aclara una duda, entonces la cosa cambia. Y más cuanto más complejo, diferente y caro sea lo que vendas.
En nuestra experiencia nos pasa como al broker, no todas las campañas de AdWords que montamos u optimizamos funcionan, pero estamos más o menos en la proporción del 2 de cada 3.

2. “Prefiero hacer SEO”
¡Toma y yo! Sería de tontos pagar por algo que puede ser gratis.
Una empresa americana de venta de café por Internet con facturaciones millonarias presumía de tener casi toda su fuente de tráfico gratis, a través de los resultados orgánicos de Google.
La pusieron en venta, esperando hacerse de oro y cuando el inversor la analizó se quedaron pasmados con su veredicto:
- “No nos interesa. Un negocio que depende exclusivamente de visitas gratuitas no es un negocio. Nadie te puede garantizar que mañana, por un cambio del algoritmo de Google, dejes de tener visitas, dejes de existir. Demasiado arriesgado.”
En cualquier caso, tener visitas gratis, día sí y día también, no sólo es deseable sino que muchas empresas lo consiguen. Pero como aquí estamos para adular a AdWords, vamos a cargar tintas contra el SEO:
  1. Los resultados orgánicos o naturales de Google, los de la zona izquierda, es donde todo el mundo quiere estar. El problema es que no todo el mundo puede estar: si vendes “filtros de piscina”, que sepas que hay 3.890.000 páginas luchando por esta palabra clave en Google. Y da gracias que no vendas “créditos” (37.200.000 páginas).
  2. Mucha gente dice que sólo mira los resultados de SEO. Pero eso no es cierto, los CTR de las campañas así lo demuestran. Y lo que es más, existen usuarios que en SEO no encuentran más que blogs, artículos u opiniones cuando lo que buscan es una tienda.
  3. SEO es incierto y lento: es un poco deprimente cuando los esfuerzos invertidos durante semanas en SEO a veces sólo consiguen pasar de la página 14 de resultados a la 3. Visibilidad nula en  ambos casos.
  4. Con AdWords puedes llegar a aparecer en la parte de encima de los resultados orgánicos, restándoles clics a éstos. Mucha de los reticentes a la publicidad no se dan cuenta de que son enlaces patrocinados y clican.
  5. Con SEO puedes intentar optimizar tu site… ¿para cuántas keywords? ¿10? ¿20? Con AdWords puedes tener 100 palabras clave, 1.000, infinito, infinito x 2. Y todo por 0 euros extras.
En cualquier caso, tanto SEO como SEM (AdWords) se complementan y debes hacer los dos.
Con la información de SEM puedes hacer que SEO sea mejor. Incluso, parece que hacer SEM mejora SEO, algo que Google nunca admitirá.

3. “AdWords es caro”
Si comparamos los costes de 2005, cuando empezamos en esto de Adwords, con los actuales, no hay duda de que aquellos 0,05€ por clic son ciencia ficción. Al menos para la mayoría de empresas.
Y todo apunta a que vaya a peor. Más empresas entran, más presión en las pujas, más costes para todos.
Pero como todo en publicidad, no hay nada caro ni barato. Sino medios rentables y medios no rentables.
El problema es el enfoque erróneo heredado de la publicidad convencional. Esta publicidad demodé se basa en el coste por impacto y busca difusiones masivas para reducir este coste unitario. Pero ¿para que quiero la tienda llena de gente si nadie compra?
El enfoque correcto en AdWords es el de coste por conversión, no el de coste por visita.
Dicho de otro modo, si invierto 1 € en AdWords y saco 1,5€, entonces merece la pena. Y me da igual si el coste por clic era de 0,05€ ó de 0,5€ euros.
Tenemos ejemplos de campañas pagando más de un euro por clic que son exitosas y otras que pagando diez veces menos por visita son un auténtico despilfarro.
Creo que ya lo estás viendo: el éxito de AdWords en realidad no depende del propio AdWords sino de lo que viene después.
Depende de lo que se encuentre la visita que ha hecho clic en un enlace patocinado. Es decir, depende de la capacidad del sitio web, de la página web o del microsite de convertir lo que antes era un coste en un ingreso.
AdWords es el comercial que le abren la puerta. Pero la venta no ha hecho más que empezar.

4. “AdWords no es para mí”
Antes de afirmar algo tan contundente, supongo que quien lo haga habrá hecho las siguientes
comprobaciones.
  1. Habrá mirado cuánta gente está buscando sus productos o servicios en Google. Cada mes puede haber miles de personas que le buscan pero no le encuentran
  2. Habrá mirado cuántos de sus competidores están ya haciendo negocio en Google. Cuántos más haya, más negocio que se pierdes.
  3. Una comprobación irritante: busca tu propia marca en Google. No hay nada más exasperante que ver que no sólo no estás participando de la fiesta sino que además te roban los que te buscaban a ti.
A pesar de lo interesante de estas pruebas, la única comprobación que vale es hacer una prueba real.
Un cliente dedicado a la fabricación y venta de maquinaria tenía todo en contra: pocas búsquedas y nadie compitiendo. Pintaba mal.
Aún así, las campañas funcionaron tan bien que en la cena de Navidad los comerciales comentaban lo contentos que estaban de tener tantas fichas de clientes potenciales (leads), fichas que les permitían prescindir algo del recurso de la puerta fría.
De hecho, la única pega que nos pusieron fue “¿No podemos conseguir más contactos de estos?”

5. “Hemos puesto anuncios en Google y nada, un desastre”
Con una editorial acabamos de realizar una campaña en buscadores que ha sido un desastre.
Tras más de 500 euros gastados en clics hemos tenido que pararla porque los números no salían.
Pero AdWords no es sólo publicidad en buscadores (en Google, vaya). Existe un universo mucho más basto: las campañas de contenido, es decir, anuncios en las páginas web que forma parte del programa AdSense (sí, también de Google), la red publicitaria más grande de Internet.
Esta red nos alquila su espacio publicitario para poner enlaces patrocinados de texto o gráficos (banners) y fue lo que probamos para esa editorial, sin mucha fe, todo hay que decirlo.
¡Menudo descubrimiento!
Está convirtiéndose en una de las campañas más exitosas que recuerdo. Cada día entran alrededor de 50 leads y a un coste 10 veces inferior que la ruinosa campaña en buscadores.
En cualquier caso, AdWords es engañosamente fácil. Muchos de los que lo prueban, cometen errores graves y acaban agarrándose a alguna de las excusas anteriores para dar carpetazo a la campaña. En el próximo artículo veremos los 5 errores más graves y cómo evitarlos.

Fuente: Gorka Garmendia