3 de julio de 2012

Cómo fijar precios en un acuerdo outsourcing

via @Jaime_Bedia
 
Crear un acuerdo de precios con un proveedor de outsourcing no es siempre una tarea fácil. Existen muchas alternativas a la hora de definir la base a la que nos atenemos para fijar cantidades. Distintos modelos que persiguen la fórmula apropiada para crear
una certidumbre entre los precios y la flexibilidad en el servicio. Aquí apunto algunos de los más relevantes para clientes y proveedores:
  • Precios en base a los inputs. Está basada en los costes asociados con la realización del servicio. A estos se les añade una contribución al beneficio que tendrá el proveedor.
  • Precios por unidad o precio fijo. Se trata de determinar una tarifa fija para un nivel de servicio concreto. Se pagará en función de lo utilizado. Aunque esta opción es la preferida por clientes, es peligrosa para los proveedores porque tienen que cumplir diferentes niveles de servicio a precios previamente determinados, sin importar los posibles sobrecostes.
  • Precio estándar. Este modelo se basa en el largo plazo. Un gran volumen de servicio requerido durante un largo periodo tendrá un coste por unidad más bajo (y también al contrario). Con esta estandarización de los costes se prevé cubrir actividades rutinarias que probablemente sean necesarias para un futuro próximo.
  • Precio variable. Consiste en lo que su nombre reza: el cliente fija un precio por los servicios básicos prestados y, a partir de ahí, se permite un incremento en función de trabajo realizado.
  • Por servicios adicionales. Es la base para cobrar por servicios no incluidos en el precio estándar. Permite que los requisitos que se queden fuera del precio varíen, aunque siempre dentro de unos límites de certidumbre.
  • Basado en el rendimiento. Es un modelo que trata de incentivar al proveedor para que realice el mejor trabajo posible. Si éste no cubre las expectativas de los clientes, se verá obligado a pagar una serie de multas.
  • El precio transitorio. Se trata de cubrir los costes relacionados con un periodo de transición, tales y como la compra de activos in situ al comienzo de un acuerdo, gastos generales o pagos de indemnización por despido.
Existen muchos otros modelos de fijación de precios a la hora de externalizar un servicio. Aunque, sea cual sea el enfoque elegido, lo más importante es que los precios resultantes sean fáciles de controlar y administrar tanto por el proveedor como por vosotros mismos.